Mira al mundo con ojos de 360
grados y aprenderás a admirar las diferencias. Por lo general, sólo miramos
hacia delante, menos de 180 grados. Nuestra visión está restringida a la
realidad presente, física y temporalmente. No somos capaces de ver más allá de
estos límites. Pero, vale la pena mirar de forma amplia. Vale la pena cambiar
la conciencia y ver a las situaciones y a los demás dentro de otro punto de
vista, más completo. Por ejemplo, admirar el esfuerzo de los otros, la vida que
tienen. Admirar el espíritu de dedicación de estas personas. Esto te ayudará a
ser más tolerante, porque cuando admiramos algo, lo elevamos como si fuera una
obra de arte. Y, en realidad, la vida es la mayor obra de arte de todos
nosotros, los artistas del mundo.
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