martes, 11 de diciembre de 2012

Osvaldo García de la Concha


Osvaldo García de la Concha nació el 21 de febrero del 1878 en Santo Domingo, República Dominicana. Su padre. Augusto García Tejera, lo inició en el trabajo desde muy temprana edad. Hasta los 24 años de edad se mantuvo retirado de la escuela, era un verdadero autodidacta, un joven inquieto, deseoso por saber y amante de las ciencias.
Fue a partir de esa edad cuando decidió entrar a la escuela como para encontrarse consigo mismo frente al error de no haber entrado a la escuela. Este extraordinario joven solo necesito cinco años para obtener el título de bachiller, demostrando con esto su inteligencia natural.
Cuando comenzaba el estudio de una materia le pareció siempre que todo lo demás obedecía a saber deducir de lo primero. Entonces la abandonaba para someterse a la prueba de rigor con una lucidez extraordinaria. Es así como en 1915 llega a ser maestro normal, y siete meses después obtuvo la licenciatura de Matemáticas en la Universidad Nacional de Santo Domingo.
El 4 de febrero de 1908 fue nombrado profesor de la Escuela Normal Superior, hasta el 13 de septiembre del 1926, fecha en la que fue aclamado por la primera manifestación estudiantil de nuestra historia como el director espiritual de la misma escuela, por donde había deslumbrado a sus discípulos por espacio de 18 años.
El Poder Ejecutivo representado en ese entonces por Horacio Vásquez, correspondió al clamor de juventud, llevando al profesor Osvaldo García de Concha a la dirección de la Escuela Normal Superior.
Como ciudadano nunca se involucró en ningún partido político; en ese sentido siempre se mantuvo ajeno a las luchas políticas de su época, no porque no tuviera aptitud para los debates políticos, sino porque ya su razón de ser estaba ondamente comprometía en una lucha todavía más grande, como era la explicación de la Matemática de la intima estructura del universo.
En el barrio de San Miguel (cerca del Club San Lázaro, en ciudad nueva), en su casa, junto a su esposa y sus cuatro hijos, sin comodidades de observatorio ni bibliotecas, ni instrumentos para estudiar sensiblemente el fenómeno de las velocidades lumínicas. la electricidad y el magnetismo. García de la Concha escribió "La Cósmica", y en esa intimidad de su vida habló a su discípulos de arte, música, filosofía, ciencia, de civismo, porque todo a lo que sometió al análisis del genio de Osvaldo García de Concha, obtuvo una explicación maravillosa.
El martes 21 de febrero se cumplieron 117 años del nacimiento de este gran genio matemático. Todavía hoy está cargado el ambiente de sus anécdotas, de su bondad, desprendimiento de su rara y parcimoniosa conducta de nocturno, diríase que este hombre callaba en lo más recóndito de su corazón un gran dolor, o que gravitaba en su espíritu todo el peso de la más formidable revolución que cerebro alguno hubiese aportado al conocimiento humano.
Se cuenta que el presidente Horacio Vásquez, molesto por a actitud de García de la Concha de defender la autonomía escolar lo llamó para amonestarlo, pero éste hombre de dignidad, no toleró la amonestación, actitud que Horacio Vásquez respondió cancelándolo del cargo de director de la Escuela Normal y condenándolo a la miseria.
Ante tal situación, y sabiendas de que había sido traicionado por los profesores que firmaron junto a él el Manifiesto pro Autonomía Escolar y Universitaria, y sabiendo, además, que fuera de su medio su personalidad crecería grandemente cuando disertara en cualquier universidad de Suramérica o de Europa, prefirió sin embargo, quedarse en su patria.

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