El 26 de noviembre de 1932 se designó a la Guardia Civil la nueva función de vigilar las carreteras. Por aquel entonces, el parque automovilístico español había aumentado de forma considerable y también las vías circulatorias del país. El servicio no tardó en ponerse en marcha, aunque a caballo, lo que sitúo a los guardias civiles encargados de realizar esta tarea en unas condiciones de inferioridad con respecto a los conductores más osados y veloces. Pero las primeras motos no tardaron en llegar y también los primeros automóviles destinados a este servicio.
Se estaba acabando el tiempo de bonanza para los asaltadores de caminos, amos de éstos durante el siglo XIX. Este servicio de la Guardia Civil se mantiene en nuestros días. El único cambio que ha sufrido se realizó en 1982 cuando en el País Vasco, la policía autónoma, Ertzaintza, sustituyó al cuerpo de la Guardia Civil en la vigilancia de las carreteras de esta comunidad.
Se estaba acabando el tiempo de bonanza para los asaltadores de caminos, amos de éstos durante el siglo XIX. Este servicio de la Guardia Civil se mantiene en nuestros días. El único cambio que ha sufrido se realizó en 1982 cuando en el País Vasco, la policía autónoma, Ertzaintza, sustituyó al cuerpo de la Guardia Civil en la vigilancia de las carreteras de esta comunidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario