Marx sostenía que los
grandes hechos de la historia suceden primero como tragedia y después se
repiten como farsa. Algo así podría suceder con el Titanic, sobre todo teniendo
en cuenta la intención de un multimillonario australiano de hacer un tributo a los
hombres y mujeres que construyeron el barco original. ¿Cómo? Con una réplica.
Clive Palmer, uno de los hombres más ricos de
Australia, le ha encargado a una compañía estatal china la construcción del
Titanic del siglo XXI.
El multimillonario le declaró a la prensa australiana
que la construcción comenzará a finales del año próximo. En teoría, estaría
listo para zarpar en 2016.
El plan, según explicó, es que el barco sea lo más
parecido posible al Titanic original en diseño y especificaciones, pero con
tecnología moderna.
De Londres a Nueva York
"Por supuesto que se hundirá
si hacemos un agujero en él."
Clive
Palmer, empresario australiano del sector de la minería.
Palmer también explicó a la prensa de su país que
había firmado un documento de entendimiento con CSC Jingling Shipyard para
construir el barco.
"Será tan lujoso como el Titanic original, pero
por supuesto tendrá tecnología de última generación del siglo XXI y lo último
en navegación y sistemas de seguridad", explicó.
El anuncio llega apenas unas semanas después de
cumplirse el centenario del fatídico hundimiento del Titanic.
El barco, el más grande y lujoso de su tiempo, chocó
contra un iceberg en su primer viaje, desde Southampton a Nueva York. Se hundió
el 15 de abril de 1912 y más de 1.500 personas murieron.
"Por supuesto que se hundirá si hacemos un
agujero en él", respondió Palmer a preguntas de los periodistas sobre si
el nuevo Titanic correría la misma suerte que su antecesor, que se consideraba
"inhundible".
El nuevo barco tiene programado navegar desde Londres
a Nueva York a finales de 2016, si todo sale como está planeado.
¿Inhundible?
"Estará diseñado para no hundirse", añadió.
"Pero, por supuesto, siendo supersticiosos como son, nunca se sabe qué
puede pasar".
El costo de la construcción es desconocido, según le
dijo un portavoz de Palmer a la prensa australiana.
El magnate minero de Queensland, que tiene fuertes
lazos comerciales con China, incursionó en el negocio del turismo.
Pero ahora quiere poner un pie fuera de la actividad
comercial. Su plan de construir una nueva versión del Titanic fue anunciado en
una rueda de prensa el mismo día que reveló sus planes para competir en las
próximas elecciones federales por la circunscripción de Queensland.
Les dijo a los periodistas que tenía interés en
presentarse por el Partido Nacional Liberal, que forma parte de la oposición
conservadora a nivel federal. Política y navegación, dos proyectos en los que
tratará de evitar naufragar.
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