domingo, 29 de abril de 2012

Culto A La Sangre Y Vida Eterna


En pleno siglo de las luces, el gran filósofo Voltaire no podía explicar la razón por la cual aún se creía en vampiros, y al encontrarnos en los albores del siglo XXI nosotros podríamos pensar que las palabras del filósofo siguen teniendo validez. Si ya tenemos entendido que el vampiro es un personaje ficticio, alimentado por la literatura y la industria cinematográfica, tampoco es raro ver que se siga investigando el tema de una forma seria, apareciendo nuevos estudios y publicaciones. 

Desde la antiguedad hemos encontrado al vampiro formando parte del panteón demoníaco, en culturas como la China, Malasia, España, la India, el Japón, América, entre otros lugares, pero es exactamente en los pueblos eslavos en el este europeo donde adquiere su nombre y gran parte de su imagen característica. 

Pueblos como Silesia, Moldavia, Rusia, Transilvania, Valaquía, Austria, Hungría, sufrieron en el siglo de la razón epidemias de vampirismo, apoyados por la ignorancia, el folklore y las leyendas populares que seguían formando parte de las conversaciones familiares. Hay que darle especial importancia también a la cantidad de enfermedades y pestes que asolaron esos años (porfirias y demases). Ya no eran las “Lamias” de la cultura Greco-latina sino que esta vez los “Strigoi” asolaban las aldeas, saciando su hambre con sangre fresca. 
Sobre el término “Vampiro” podríamos decir que ha sido objeto de múltiples estudios, siendo el más cercano el que lo relaciona con las palabras “ Vopyr ” o “ Upyr ” (*) , perteneciente a la lengua eslava. Sobre que región eslava vendría exactamente el término sería un tema para un debate mayor ya que estas lenguas se dividen en occidentales, meridionales y orientales, en donde el término “ upir ”, “ upior ”, “ upyr ” deriva según el eslavo meridional del turco “ ubre ” que significaría “Bruja”. 

Otra versión más occidental nos lleva a la palabra serbia “beamiup” o al lituano “wempti” que significaría algo como “beber” derivando a la palabra “vampiro”, asociándose a términos como el “vopyr” ruso o el “dhampir” albanés. Autores americanos e ingleses se limitan a extraerlo de la palabra serbia “vampir”, siendo esta una de las posiciones que más aparecen en libros del tema. 

El origen, imagen y personalidad es muy variada según la zona geográfica, por lo general se les reconoce como seres similares a los humanos que fueron nacidos con algún defecto físico, fueron excomulgados, tuvieron una muerte violenta o se suicidaron. Su aspecto se caracteriza como personas lánguidas y de piel extremadamente blanca, fría, mal aliento, uñas larguísimas así también sus colmillos filosos y puntiagudos. Para deshacerse de ellos se empleaban técnicas de las más variadas, las cuales se diferenciaban un poco según la región: Clavarles el sudario en el ataúd, dejar semillas en el mismo o tapar la mandíbula con un ladrillo o piedra eran algunas, también podían ser eliminados con el fuego, cortándoles la cabeza o atravesando su corazón (inyectado en sangre) con una estaca de madera (y no cualquiera). También se habla de las balas de plata, aunque esto esta mas ligado con el mito del hombre lobo que vendría siendo un pariente cercano. 

¿Porqué nos resulta interesante el tema?, será simplemente por ser un muerto viviente que se dedica a alimentarse succionando la sangre de otros mortales (primero en el seno familiar y después a quién se le cruce por delante), o porque unifica dos elementos que siempre han despertado el misterio y el simbolismo en el hombre: El culto a la sangre y la inmortalidad? 

Desde tiempos distantes el hombre ha tenido por sagrados 3 fluidos humanos: La Leche Materna, el Semen y la Sangre. La Sangre como energía vital, debió considerarse como sacra desde que el primer hombre pisó la tierra, en esos lejanos tiempos se comprobaba que ocurría cuando se perdía gran cantidad de ella y debió asociar el dolor con la perdida de la misma. Para diversas religiones y creencias este fluido tenia un carácter especial, citando como ejemplo la misma sangre de Jesucristo dadora de vida eterna; el concepto de Sangre azul ligado a la nobleza; la pureza de a sangre de Judíos y los miles de ritos paganos en donde se bebía este preciado líquido por diversas razones. En América algunos pueblos comían la carne y bebían su sangre de sus enemigos o parientes, con el fin de poseer y adquirir las cualidades que tenía el difunto en vida. 

La eternidad, ser inmortal ha sido hasta hoy uno de los mayores anhelos y misterios del ser humano, encontrar la fuente de la eterna juventud, retardar el envejecimiento, quien no ha pensado y soñado en ello. Este sueño de lograr la inmortalidad va ligado con el miedo a la muerte, no porque pudiera ser algo doloroso, sino más que nada por ese temor a lo desconocido y a la disgregación.

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