La virtud es
la fuerza del espíritu puesta en la práctica.
La virtud no es una debilidad;
este tipo de comportamiento es una falsa virtud.
Ser paciente porque no hay nada más que hacer no
es realmente una virtud,
sino que la ausencia de un poder espiritual.
La verdadera paciencia es sabiduría y
entendimiento.
Una persona paciente entiende que todas las
cosas tienen su propio momento
y sabe que debe esperar el momento correcto para
que
resulten sin jamás abandonar la tarea de sembrar las semillas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario