La crisis real está dentro de cada uno de nosotros.
La crisis externa es meramente un reflejo de la interna.
Cuando no soy capaz de entender el propósito de mi vida,
como encajan mis valores en la vida que llevo y hacia donde voy,
entro en un remolino interior que me devora internamente.
Debido a esta crisis, no soy capaz de manejar mi vida presente.
Trato inútilmente de disfrutar el momento presente y crecer con él,
pero es difícil sin el propósito claro.
Busco vivir de la forma más ética posible,
pero ¿cómo lo haré si no estoy seguro sobre mis valores fundamentales?
Y me muevo en la vida, pero, como no sé hacia donde voy,
puedo ir a parar en cualquier parte.
Así que, primero hay que solucionar la crisis interna.
La externa se resolverá naturalmente.
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