martes, 23 de noviembre de 2010

GEORGE BERNARD SHAW ( 1856-1950 )

Esta es la verdadera dicha de la vida: ser utilizado para un proposito,
que para tio es sublime. Ser una fuerza de la naturaleza, en lugar de
un febril, egoísta e insignificante manojo de enermedades y sufrimientos
que se queja de que el mundo no se preocupa por hacerle feliz. 
Yo opino que mi vida pertenece a la comunidad y que, mientras viva,
tengo el privilegio de hacer por ella todo lo que pueda.

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