Chichén Itzá constituye un permanente testimonio de la interesante cultura maya. Sus cuidados monumentos, que sobresalen entre la voraz jungla de Yucatán, desafían el paso del tiempo y la acción implacable del viento y el sol.
El origen del pueblo maya es incierto, pero se sabe que ocuparon sucesivamente y en un movimiento ascendente lo que hoy es la franja meridional de México, Belice, Guatemala y la zona as occidental de Honduras y el Salvador.
La tribu maya se estableció en estos territorios desde el año 200 A.C. y para el siglo X de nuestra era ya habían abandonado muchos de los centro de la población, sin que se sepa la razón. La población se desplazo hacia el norte de la península de Yucatán y hacia las tierras altas de Guatemala, donde el clima era más favorable.
En la zona septentrional se iniciaba el periodo post-clásico, con la formación de la Liga de Mayapan, en el 987, entre las ciudades de Chichén Itzá, Mayapan y Uxmal y que se deshizo en 1194.
Pero a lo largo del siglo X, Chichén Itzá había recibido el influjo de los toltecas, que se desplazaron desde la meseta central mexicana, al mando de su jefe Quetzalcoatl ( Serpiente Emplumada ), cuya tradición directa al maya es Kukulcan.
El culto posterior a Kukulcan se extendió por toda la península Yucateca y fue precisamente en Chichen Itza donde se construyo su mas importante templo, la imponente pirámide que los españoles llamaron “El Castillo”.
La parte explorada de esta gran ciudad maya, es el más importante centro religioso de esta civilización y abarca una superficie de 3 kilómetros de norte a sur y 2 kilómetros de este a oeste.
El nombre Chichen Itza significa: “boca del pozo de los brujos del agua” y fue fundado hacia el año 452 d. C. Su ubicación se debe a la existencia de varios cenotes o pozos de aguas, característicos de la zona septentrional del Yucatán donde el agua, al caer, atraviesa la capa caliza y se detiene pocos metros después, ante la presencia de una roca impermeable. Cuando el suelo se hunde deja al descubierto el depósito de agua.
El cenote sagrado o de lo sacrificios, esta situado al norte de la pirámide “El castillo”, el edificio mas notable del Chichen Itza. El cenote tiene un diámetro de unos 60 metros, una altura de casi 20 metros hasta el nivel del agua y una profundidad máxima de 13 metros. Este cenote tenia un uso ritual, pues los mayas creían que en el habitaba el dios de la lluvia, a quien ofrecían sacrificios humanos.
Además del “El castillo”, se encuentran otras edificaciones como son un asiento o trono en forma de jaguar, pintado de rojo y adornado con piezas de jade.
El grupo de las mil columnas es un conjunto imponente formado por infinidades de columnas que rodean una gran plaza de 165 metros de norte a sur y 150 metros de este a oeste.
En la zona septentrional esta el templo del hombre bárbaro y en el extremo sur, el templo de los tigres. Otros templos también importantes son la plataforma de Venus, el Tzompantli ( muro de cráneo ), el mercado y el baño de vapor.
El Caracol es un observatorio astronómico. Se trata de una torre circular de 12 metros y medio de altura; desde allí se puede observar la puesta del sol y de la luna durante los equinoccios de primavera y otoño.
Todos estos nombres fueron dados por los españoles, que vieron cierta similitud entre estos edificios y otros de la tradición cristiana.
De cada templo o construcción se podrían decir mil maravillas, algunos de estos más o menos conservados ante el paso del tiempo, pero siempre imperecederamente bellos. Este es el saldo de impresiones que nos queda después de apreciar esta obra del hombre, tan mezclada con la naturaleza.
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