jueves, 4 de junio de 2009



Entre los años 605 y 562 a. C., Nabucodonosor, rey de Babilonia, ordeno que construyeran unas enormes murallas que resguardaran el palacio, edificadas de tal manera que parecieran montañas y ahí se plantaron todo tipo de arboles. A petición de su esposa Amytis, también mando a construir unos jardines maravillosos porque ella extrañaba las montañas y el verdor de Media, su país natal.

En realidad, los jardines, nunca fueron colgantes, este nombre se les dio debido a un error de traducción de la palabra latina penisilis que significa balcones.

Las primeras noticias de los famosísimos jardines, las encontramos en los escritos de Tesoro, quien los describe como enormes terrazas de ladrillos de aproximadamente 120 metros cuadrados y 23 metros de alto. La irrigación se hacia a través de una intrincada red que traía agua directamente del rió Eufrates.

Las terrazas estaban techadas con materiales como carrizo, betum, y plomo, para impermeabilizarlas y que el agua del riego no se filtrara a través de ellas. Las paredes que las sostenían eran lo suficientemente anchas como para permitir que 2 coches de la época circularan alrededor de todo el palacio.

Cuando el arqueólogo alemán Robert Koldewey comenzó a escarbar en Babilonia en 1899, encontró en la esquina noreste de la ciudad una construcción en terrazas, tal como la describían los antepasados. Sin embargo Koldewey, nunca tomo en serio la idea de que estaba ante las bases de lo que había sido una de las mas importantes obras de la antigüedad y se obviaron las investigaciones por esta causa, nunca se pudo obtener información detallada de los jardines, ya que la erocion y los restantes trabajos borraron los pocos restos que quedaban.

Geográficamente, Babilonia estaba ubicada donde se encuentra hoy día la ciudad de Bagdad, en la república Iraqui.

No hay comentarios: