Mira en el espejo y busca tu verdadera identidad.
El espejo nos va
mostrando una imagen
que a todo momento cambia.
Sin embargo, debes estás
de acuerdo
que tú continúas siendo tú.
Sí, habrá cambios en tu forma de
ser o tu personalidad,
o bien tu actitud ante la vida.
Pero, tú eres
tú.
Y ¿quién eres tú?
Sin duda la identidad verdadera,
la chispa
espiritual que permite
que te veas en el espejo,
no se puede ver, ni
tocar.
Pero se siente.
Si simplemente paras con tus actividades
y por
unos instantes permites,
tu verdadera identidad va a flotar a la
superficie.
Y al reconocer tu identidad,
nada podrá detenerte en tu
progreso en la vida.
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