jueves, 7 de abril de 2011

A CONSTRUIR PUENTES



no hace mucho tiempo, dos hermanos que vivían en granjas vecinas cayeron
en un conflicto.
Este fue el primer problema serio que tenían en 40 años de cultivar
juntos, compartiendo maquinaria e intercambiando cosechas y bienes en
forma continua.
Esta larga y beneficiosa colaboración terminó repentinamente.
Comenzó con un pequeño malentendido y fue creciendo hasta llegar a  ser
una diferencia mayor entre ellos y explotó en un intercambio de palabras
amargas seguido de semanas de silencio.
Una mañana alguien llamó a la puerta de Luis. Al abrirla encontró un
hombre con herramientas de carpintero. "estoy buscando trabajo por unos
días", dijo el extraño, "quizás usted requiera algunas pequeñas
reparaciones en su granja y yo pueda serle de ayuda".
"sí", dijo el mayor de los hermanos, "tengo un trabajo para usted. Mire
al otro lado del arroyo aquella granja, ahí vive mi vecino, bueno, de
hecho es mi hermano menor.
La semana pasada había un hermosa pradera entre nosotros, él tomó su
buldózer y desvió el cauce del arroyo para que nos separara. Bueno, él
pudo haber hecho esto para enfurecerme, pero le voy a hacer una mejor.
¿Vé usted aquella pila de desechos de madera junto al granero?
Quiero que construya una cerca, una cerca de dos metros de alto, "no
quiero verlo nunca mas".
El carpintero le dijo: "creo que comprendo su situación. Muéstreme donde
están los clavos y la pala para hacer los hoyos de los postes y le
entregaré un trabajo que lo dejara satisfecho".

El hermano mayor le ayudó al carpintero a reunir todos los materiales y
dejó la granja por el resto del día para ir por provisiones al pueblo.
El carpintero trabajó duro midiendo, cortando y clavando.
Cerca del ocaso, cuando el granjero regresó, el carpintero justo había
terminado su trabajo.
El granjero quedó con los ojos completamente abiertos:
No había ninguna cerca de dos metros
En su lugar había un puente.
Un puente que unía las dos granjas a través del arroyo.
Era una fina pieza de arte, con todo y pasamanos.
En ese momento, su vecino, su hermano menor, vino desde su granja y
abrazando a Luis le dijo: eres una gran persona, mira que construir este
hermoso puente después de lo que te he hecho y dicho.
Estaban en su reconciliación los dos hermanos, cuando vieron que el
carpintero tomaba sus herramientas, ¡no¡, espera, le dijo el hermano
mayor. "quédate unos cuantos días, tengo muchos proyectos para ti".
"me gustaría quedarme", dijo el carpintero, pero tengo muchos puentes
por construir.

No guardes resentimientos, en lugar de esto construye puentes de paz, de
amor... y podrás ser feliz y hacer felices a los demás.
Recuerda...lo que se guarda en el corazón, se guarda siempre,
vale la pena disfrutar la vida.

 

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