jueves, 22 de octubre de 2009

EL AMOR


El amor es como el fuego, que si no se comunica se apaga.
Que tú no ardas de amor, muchos morirán de frío.
En toda historia de amor siempre hay algo que nos acerca a la eternidad y a la esencia de la vida, porque las historias de amor encierran en sí todos los secretos del mundo.
El amor, tanto en la ansiedad dolorosa como en el deseo feliz, es la exigencia de un todo. Únicamente nace y subsiste si queda una parte por conquistar.

Solo se ama lo que no se posee por entero.
El amor ahuyenta el miedo y, recíprocamente el miedo ahuyenta al amor.

Y no sólo al amor el miedo expulsa; también a la inteligencia, la bondad, todo pensamiento de belleza y verdad, y sólo queda la desesperación muda; y al final, el miedo llega a expulsar del hombre la humanidad misma.
En el amor todo ha terminado cuando uno de los amantes piensa que sería posible una ruptura.
Mi amor, dices que no hay amor a menos que dure para siempre. Tonterías, hay episodios mucho mejores que la obra entera.
En la guerra, como en el amor, para llegar al objetivo es preciso aproximarse.
Sin duda es mejor un amor prudente; pero es preferible amar locamente a carecer de todo amor.
El amor es una fuente inagotable de reflexiones: profundas como la eternidad, altas como el cielo y grandiosas como el universo.

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