Hoy llora de indignacion, dolor, impotencia, verguenza nuestro Padre de la Patria Juan Pablo Duarte al ver desde su tumba como han destruido a su pais ; a la nacion que un día el idealizo y que quiso crear para futuras generaciones.
Dudo mucho que el soñara con una Republica Dominicana llena de corrupcion, impunidad, drogas, ladrones violencia familiar y violencia general invasion esta vez pasiva pero invasión de todas formas.
Duarte y los demás patricios incluso hasta Trujillo estarán llorando, y revolcandose de dolor y coraje al ver el desastre en que se ha convertido la nacion dominicana.
De arrepentirse quizás no lo este ya que ningún padre siente arrepentimiento por cuidar, proteger, defender y dar su vida por sus hijos.
Pero es indignante que nosotros los hijos dominicanos seamos unos malagradecidos con quienes una vez hace 174 años derramaron su sangre para que hoy podamos ser libres, soberanos independientes.
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