Colocar esculturas con formas de figuras o máscaras en el exterior de un edificio podría parecer sin sentido, pero la frecuencia con la que aparecen, desde los "Hunky Punks" y las algo obscenas "Sheela na Gig" de Irlanda y el Reino Unido hasta las reales gárgolas de la Catedral de Notre Dame en Paris como la que se muestra arriba, prueban lo contrario. Técnicamente, son formas de magia apotropaica, una forma de aventar al demonio. Las verdaderas gárgolas sirven a otro propósito, mucho más práctico: sus bocas son el extremo de un ducto que canaliza el agua de lluvia de los techos de las iglesias.
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