Por: M. Erhmann
Camina serenamente entre el ruido y la agitación, piensa que puede haber paz en el cielo.
Hasta donde sea posible y sin rendirte, trata de estar en buenos términos con todo el mundo.
Di tu verdad serena y claramente y escucha a los demás, hasta a los aburridos e ignorantes; ellos también tienen su historia. Evita a las personas agresivas y escandalosas, pues son espinas para el espíritu.
Si te comparas con los demás puedes ser vanidoso o amargadazo, porque siempre habrá personas menos capaces y personas mas capaces que tu.
Disfruta de tus éxitos y de tus planes, igual que de tus fracasos.
Guarda interés en tu propia carrera; por humilde que sea; es una posesión real en los cambios de fortuna del tiempo.
Se cuidadoso, pues el mundo esta lleno de trampas; mas no dejes que esto te ciegue a la virtud que existe; muchas personas están luchando por altos ideales y por todas partes la vida esta llena de heroísmo.
Se tu mismo, especialmente no muestres tu afecto cuando no sientas; tampoco seas cínico en el amor, porque a pesar de toda la aridez y desencanto, es eterno como Dios.
Acepta con cariño el paso de los años y entrega con gracia las cosas de la juventud. Alimenta la fuerza del espíritu para que te proteja y sostenga en la desgracia repentina.
No te atormentes con la imaginación; muchos temores nacen de la fatiga y la soledad. Además de seguir una autodisciplina saludable, se gentil contigo mismo.
Tu eres una criatura del Universo, igual que los árboles y las estrellas; tu tienes derecho a estar aquí y aunque sea o no bien claro para ti, el Universo se esta desarrollando como debe de ser.
Por eso debes estar en paz con Dios, cualquiera que sea tu idea de El. Y no importa cuales son tus inclinaciones y aspiraciones, conserva la paz de tu alma en la bulliciosa confusión de la vida.
Aun con toda su farsa, penalidades y sueños fallidos, el mundo es muy hermoso.
Se cauto, esfuérzate por ser feliz.
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