Todos tenemos valores, pero ¿damos el real valor al valor?
Hay valores universales y eternos, pero también hay valores
personales que
forman parte de los universales.
Mientras más conozco mis valores personales,
puedo
comprender mis actos en la vida.
Los valores son semillas de las acciones.
Cada acción que yo realice, incluso la de
leer este pensamiento,
indica un valor que tengo y vivo.
No se puede predicar los valores,
sino vivirlos
intensamente.
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